En Barcelona, con un amigo que me atendio como un duque. En España se come como si el fin del mundo fuera mañana, asi que tuve que hacer el sacrificio a diario. Una semana mas y me tenia que ir a buscar Cormillot en un vuelo charter.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario